Este, mi trabajo, no es más que una humilde mirada al caleidoscopio enrevesado que es la maternidad.Esta dedicado especialmente a mi amado esposo, compañero de vida, amigo y socio en este lío de ser madre imperfecta. A mis hijos, mis dos trabajos en proceso los mejores logrados a mi juicio,responsables de esta maternidad imperfecta y todos sus devenires. Finalmente dedico estas crónicas a mis lectores que saben que esta es una pieza en construcción, como toda buena madre imperfecta que se respete....

22 de marzo de 2010

Cómo se sobrevive a un chamo que ya empezó a hablar o desde agu a la primera IMPERTINENCIA

Sólo Dios sabe que ejercer de madre imperfecta es sumamente difícil, es un trabajo de todos los días en donde no se te dan beneficios de ley, cesta tickets, seguro médico, horas extras, horas nocturnas, bonos navideños, prestaciones, seguro social, ni nada.

Es el único trabajo en donde no tienes vacaciones, trabajas veinticuatro (24) horas al día, siete (7) días a la semana, trescientos sesenta y cinco (365) días al año, no se puede llegar tarde, quedarse dormido ni nada por el estilo, porque los jefes son exigentes e inflexibles con los horarios. Y con todo y eso una trabaja feliz, con tal de que cuando hablen alguna vez digan: "¡Mami te quiero!".

Si una supiera las cosas que esos chamos van a decir cuando finalmente aprendan a hablar desearía que tardaran un poco mas, ninguna madre imperfecta está preparada para esos golpes de realidad avasallante.

Cuando el mayor de mis hijos aprendió a hablar nos sorprendió mucho a su padre y a mi, porque su primera palabra no fue "Papá, Mamá, o Tete", no señor, que incautos e ingenuos éramos si pensábamos que ese muchacho iba a decir otra cosa que no fuera: "CARRITO" (así con todas sus letras) como primera palabra (mi experta en cosas que nadie pregunto exclamo: "claro es que los muchachos de hoy en día vienen ya listos para el mundo, además con lo que le gustan los carros, este va a ser piloto de fórmula 1 o ingeniero mecánico, ¿qué querían ustedes un muchacho pendejo?. Ahora mi cielo, vamos a decir Abuela... A- bu-e-la, si, a-bu-e-la").

Obviamente después de este incidente, todo mundo el la casa quería que el niño aprendiera y repitiera una cantidad pasmosa de palabras, algunas relacionadas con las cosas de su entorno (casa, arriba , abajo, jardín, mesa, silla) , otras relativas a los miembros de la familia (mami, papi, tía, abuela, abuelo, madrina) , otras que tenían mas que ver con las normas de educación (toma, gracias, dame,), y otras con las comidas (agua, tete, galleta, sopita, arepa, etc.), y las últimas relacionadas con cosas varias, puesto que su padre y yo lo (a ambos niños en realidad) estimulamos a preguntar, ver, comprender y aprender todo lo que pudiera del mundo que lo rodea, palabras como "ESPÍRACULO, (Orificio respiratorio externo de muchos artrópodos terrestres y algunos vertebrados acuáticos. Es decir es el agujerito por el cúal la ballena saca el agua), SATÉLITE, DODECAEDRO, POLÍGONO, eran el pan nuestro de cada día en casa, aprendíamos una palabra "complicada" por día con su respectivo significado... Parecía casi como si supiéramos lo que estábamos haciendo.

Con este pre-aviso, ¿qué más podría pasar?, pues sencillo que ni mi esposo ni yo estábamos listos para la avalancha de cosas que aprendió a decir en menos de seis (6) meses. Ni hablar de cómo se desenvolvía y avanzaba de forma estrepitosa a ser el niño que hoy es, reflexivo, contestatario, curioso y sobre todo incisivo... Al punto de que su capacidad de observación es casi ofensiva.

Esto se vio ampliamente demostrado en varias ocasiones, como por ejemplo en una de las visitas de su abuela paterna (mi suegra, si, la otra experta en cosas que nadie jamás preguntó) quien después de largo rato de jugar y conversar con él le dijo: "dale a esta vieja fea, un beso, anda que yo te quiero mucho, aunque sea una vieja fea, ¿verdad?" a lo que el respondió con un rotundo: "si, eres fea". (Para que hablar de la cara de la incauta abuela) y de inmediato su papá, mi esposo, procedió a llamarle la atención, a lo que el niño respondió con una tranquilidad pasmosa, de esas de aquel que se sabe con la razón: "ella me preguntó papá y tu dices que nunca jamás tengo que decir mentiras"... Punto para el niño, gana la primera de muchas, uno quedo con la pena por el incidente y sin poderle decir nada porque con ese argumento desarmador, ¿qué íbamos a hacer?.

Otra de las veces que nos ha dejado sin palabras, esta relacionada con el complejo permanente de mi esposo de ser viejo, el vive diciendo que aún es joven (cosa que es cierta apenas alcanza los treinta y dos (32) años de edad) y nosotros nos jugamos con el diciéndole que no, que esta viejito y esas cosas. Pero siempre en ese ánimo de juego, de broma que pasa y se sabe que no es cierta. Pues un buen día, estaba mi hijo jugando con su papi (así lo llama) cuando de pronto se levanta de un brinco y dice: "papá, no encuentro tu carrito.... papi vamos a buscarlo, tu carrito papá no lo veo." a lo que mi esposo responde, "¿cuál carrito hijo?, ¿cómo es eso de que es mío?, hijo si todos esos carros son tuyos" y el niño implacable suelta: "tu carrito papi, el que es negro y gris como tu cabello"

Para su fiesta de Carnaval (la del colegio claro esta), decidimos llevarlo a comprar su propio disfraz, pues nos había pasado antes que habiéndolo escogido nosotros sencillamente no se lo quería poner, y al llegar a la tienda se acerca a los estantes en donde esta la colección de Power Rangers (versión que sabré yo cuál porque hay como mil) y me dice: "este mami, este Power Ranger rojo soy yo, este es el que quiero", justo al lado había un disfraz de astronauta (más bien era la braga naranja que constituye el traje de faena y entrenamiento) con todos sus logos, mucho mas bello a mi parecer, y le digo con mi mejor sonrisa de vendedora que sueña con ver a su hijo convertido en astronauta: "gordo ¿de Power Ranger?, pero este de astronauta está mucho mas bello, mira hasta tiene los logos de los planetas que ha visitado la expedición, y los dibujos de sus satélites", a lo que el nene me respondió: "mamá ¿ese traje trae casco?, no ¿verdad?, tu sabes ¿que en el espacio no hay oxígeno?, yo necesito oxígeno para respirar, los Power Rangers no van al espacio, se quedan en la tierra donde respiran bien, yo SOY UN POWER RANGER ROJO MAMÁ, ¡porque necesito respirar!"

Apenas repuesta del razonamiento aplastantemente lógico de mi hijo, le sugerí seguir viendo el surtido de disfraces que tenía la tienda, a lo que sólo por darme gusto accedió (lo dejó bien claro : "si tu quieres mamá pero yo ya te dije cuál es el que quiero"), cuando llegamos a la parte de disfraces clásicos, me emocioné pensando que quizás alguno de aquellos le quitará de la cabeza el disfraz de Power Ranger (no me gustan mucho, son medio bélicos), y señalándole uno de Batman le dije: "¿y este mi vida, es de Batman, trae hasta la máscara y el baticinturón?", a lo que el niño se limitó a responderme: "mamá, yo esa pantalética, no me la voy a poner".

Asunto arreglado de forma rotunda, salí derrotada de la tienda llevando en una mano a un niño completamente feliz y sonreído y en la otra un precioso traje de Power Ranger Rojo, más la careta, la pistola, el cinturón, etc., etc.

3 comentarios:

Juan C. Vázquez dijo...

Coñe, ¡tu si tienes ovarios!!!. Como se te ocurre sugerirle comprar un disfraz de Batman :-/ Si ese tipo es un fiasco. Tiene como 50 años luchando contra el crimen en Ciudad Gótica y los malandros cada día están mas en control de la situación. El Guasón le mató la novia y sigue en libertad y jorobando. Además todo el mundo sabe que Batman es gay y que está empatado con Robin… Está bien lo de la no-homofobia y tal, porque es políticamente correcto, pero ¿el lagarto y tú quieren tener un hijo parcha? :-/

Elsa C. dijo...

Sabes que despúes de esta disertacion me puse a pensar no? y es que una con el cuento de no ser una madre a la antigua, termina siendo mas old fashion style que la propia madre de uno... Lo de ser o no ser gay la verdad es una cosa absolutamente superficial, su papa y yo los vamos a amar igual, eso es desicion de ellos, aunque confieso (al mas puro old fashion style) que me gustaria verlos casados y que me dieran nietos (jejejeje) Eso será material para otra crónica. Besos venenosos Juan.

Elsa C. dijo...

Por acá dejó otro comentario del blog dejado en mi pagina personal del facebook....
Jesus Soriano
Extraordinarias tus crónicas Sobrina Comadre, realmente son toda una experiencia leerlas, ademàs noque ha compartidio de cerca con ustedes la crianza de esos dos Angeles,es increible ver como un mismo episodio es visto de distintas formas, desde tu optica de Madre y la mia de Tio Padrino.
Dios Te Bendiga

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