Este, mi trabajo, no es más que una humilde mirada al caleidoscopio enrevesado que es la maternidad.Esta dedicado especialmente a mi amado esposo, compañero de vida, amigo y socio en este lío de ser madre imperfecta. A mis hijos, mis dos trabajos en proceso los mejores logrados a mi juicio,responsables de esta maternidad imperfecta y todos sus devenires. Finalmente dedico estas crónicas a mis lectores que saben que esta es una pieza en construcción, como toda buena madre imperfecta que se respete....

29 de marzo de 2010

Tercera Parte.¡Cuuuuuuumpleaños feeeeeeeeeeeliz te deseamos a tiiiiiii….O como sobrevivir a los diversos eventos que trae consigo ser madre imperfecta

Tercer complemento del servipack de entrenamiento de toda madre imperfecta, los miaos, o el recibimiento del bebe en casa: Luego de la recuperación en la clínica y después de tener tres días a mi angelito negro (ojo no los de Andrés Eloy Blanco, ni mi bebe, me refiero es a la enfermera cuarto bate que se convirtió en mi protectora) me mandan a casa.
Yo estaba entre contenta y adolorida, pensando (ja, ja, ja que incauta) que al fin en la paz de mi hogar, con mi mamá y mis hermanas ayudándome iba a poder descansar un poco mas tranquila.
Pero el desfile de grandes éxitos no había terminado en la clínica, aquello fue una estampida del lejano Oeste en la sala de la casa, y ya sabiéndome indefensa (mi angelita se había quedado en la clínica defendiendo seguramente a otra pobre primeriza) me entregue a la vorágine.
La casa se lleno de familiares y amigos (una se da cuenta de cuan grande es la familia en estos momentos) que no habían querido “molestar en la clínica”, no claro ellos venían a molestar en la casa, en donde por etiqueta y buena educación estaba obligada a atenderlos, servir café, algo de picar, y ¡buscarme los vasitos para servir los miaos del niño!, ¡sin importar que estuviera cocida cual pavo de navidad de un extremo al otro de la panza, fajada cual momia egipcia, con las lolas a punto de explosión y caminando como Frankenstein!.
La gritería era una cosa que ponía los pelos de punta, los SALUUUUUUUUUUUD iban y venían, y el bebe pobrecito pasando de brazo en brazo, igual de agotado que yo, pero el al menos con la feliz inocencia del que duerme y no se percata de la avalancha que se nos venía encima.
Llegaba más y más familia, los teléfonos a reventar, cada persona que llegaba quería verme y quería sostener al niño entre sus brazos, mientras mi esposo y yo, (mas desorientados que Adán en día de las madres), abríamos cajas y cajas de regalos, con mas y mas cosas que nos sabíamos para que servían o que no nos hubiese pasado jamás por la cabeza comprarle al bebe, a cada momento tenia que practicar mis pasos de Thriller de Michael Jackson hasta la cocina para buscar mas pasapalitos o vasos, o hielo o copas, o servilletas, o lo que fuera, igual estar pendiente de quien se iba para darle el recuerdito choreto estripado gracias a la renquera del Tío Juan en las puertas del ascensor de la clínica, y para completar el cuadrito, estar al pendiente que el bebe no se viera molestado por todo el ajetreo a su alrededor, y mantenerlo limpio y cómodo en ese soberano peo!.
La guinda de la torta fue la feliz abuela que cargando al niño en brazos decía: “dónde es que esta el monito que le regale, el azulito, si el que combina con las manoplitas, vamos a cambiarlo, para las fotos” y yo con cara de circunstancia: “ ¿cuál de todos los que recibió? (yo para mis adentros pensaba:pero claro que se cual es….aquel que se uso para hacer la fogata, ese horroroso que queme con todo y manoplitas de corazones) uy con todo este lío la verdad es que no me acuerdo, pero ahora que me lo lleve a comer, lo cambio”
Los únicos instantes en los que teníamos algo de paz (relativa) era cuando al retoño le tocaba comer, y yo me retiraba anunciando a grito pelao: “al bebe le toca el pecho, regreso en un ratico”, nunca falto el comentario de alguna tía, prima, o amiga: “ay pero que lindo, ¿quieres que te acompañe?” y de verdad que me tuve que contener mas de una vez para no decir con la mejor de mis sonrisas: “si vale, es mas, vamos todos a ver como pelo las lolas, mientras este pedacito de carne me exprime, y en el camino nos pintamos las uñas, estúpida…¿tu no tienes dos lolas que verte, que andas en una de vamos a verte las tuyas?, ósea ¿las mías son que? ¡¡¡¿Parte del National Geographic ahora?!!!”, y lo que respondía era: “prefiero que no, el bebe se pone un poco tenso cuando hay mucha gente en el cuarto y no come (pensando hijo discúlpame por echarte este muerto pero en serio no tengo ganas de calarme los mismos comentarios imbéciles de siempre)”
Me retiraba al cuarto me acomodaba y por lo general estaba tranquila hasta que alguien irrumpía en el cuarto, con cosas como estas: -
Javier manda preguntar que donde esta el hielo….(mirada al bebe, se acerca y…) Ay buen provecho mi vida, que rico como come ese bebe, ay no pero mira como se agarra, que glotón, ay señor…..
-(me quedó con mala cara, subo la ceja y digo) en el freezer, el hielo esta en freezer, igual que siempre, gracias. -(me mira así como que dándose cuenta por primera vez que estoy pegada a la TETA que esta chupándose el bebe)
-ay dale, je, je ya le digo.
Luego de dejar al bebe dormido en su cunita, limpio, comido y tranquilo, sé que mi destino es cruzar esa puerta para enfrentarme a cualquier cosa (ya a estas alturas una sabe que si algo puede salir peor, es seguro que lo hará, como he dicho antes las madres imperfectas somos el sujeto de pruebas preferido del amigo Murphie), y salgo, todo mundo esta contento, hablando y echando chistes, la familia paterna dice que el niño es igualito a su papa (cosa cierta en el caso del mayor de mis hijos, pero no con el menor), y recuerdan las travesuras de mi esposo en su mas tierna infancia, mi familia esta en el mismo plan diciendo que el nene es idéntico a mi (cosa cierta con mi hijo menor, pero no con el mayor), y recordándome que era una niñita eneas, marca chivito y que con este las voy a pagar todas…
Estaba ya, por sentirme tranquila, pensando que lo peor había pasado (craso error) cuando veo venir, sonriente a mi experta en cosas que nadie pregunto, a mi ejemplo de odiosa mama perfecta con un álbum y no cualquier álbum, sino MI ALBUM de bebe (si, ese en donde está la foto esa que, uno odia, si en la que se sale o sin ropa encima de una alfombrita de peluche o bañándote de bebe en una poncherita manaplas muerto de risa, si uno supiera lo que en un futuro van a hacer con esa foto no se hubiese reído ni un poquito, en serio que si), y con tono triunfal exclamó, refiriéndose a mi suegra: VEN PARA QUE VEAS QUE ES IDÉNTICO A LA MAMÁ CUANDO ESTABA BEBESITA, (el bullicio ensordecedor que había se puso en MUTE y todo mundo se fue a ver el tesoro de la abuela), casi me muero… No pienso relatar aquí la vergüenza y el escarnio público al que fui sometida, no quiero dejar constancia escrita del mal rato que pase, pero desde ese día me juré que POR NINGÚN MOTIVO MIS HIJOS TENDRÍAN FOTOS ASÍ, Y QUE PASARÁ LO QUE PASARÁ PREFERÍA NO TENER FOTOS DE ELLOS ANTES QUE TOMARLES UNA FOTO DE ESE ESTILO, palabra que he cumplido hasta el día de hoy, gracias también a la ayuda de mi esposo, porque lo admito a veces ¡he caído en tentaciones!....

27 de marzo de 2010

Segunda Parte de ¡Cuumpleaños feeeeeeeliz te deseamos a tiiiiiii….O como sobrevivir a los diversos eventos que trae consigo ser madre imperfecta.

Segundo complemento del servipack de entrenamiento de toda madre imperfecta, el nacimiento del bebe: en la clínica con la corredera mientras te están entregando la habitación y estás aterrorizada, llega la primera tanda de familiares y amigos que van a “acompañarlos” a recibir al pequeño querubín, que bello suena ¿verdad?... Ja! Si como no, veamos pues a continuación la versión perfecta de la madre imperfecta.
Paso 1 llegar a la clínica: cola sempiterna en Caracas, un estacionamiento tiene más movimiento, el esposo tocando corneta como loco y más nervioso y sudoroso que cochinito en fiesta de asador, ¿y una? Nerviosa, y tratando de tranquilizar al marido y padre imperfecto (no, no es despectivo, de los padres imperfectos hablaremos más adelante) diciéndole continuamente: “es una cesárea, esta programado todo, el muchacho no esta saliéndose, ya cálmate, deja el correteo, eso no nos va a hacer llegar más rápido” a lo que el responde con una mirada de esas que una a estas alturas del partido de verdad que no entiende, y dije “umju”.
Paso 2 registrarse en la clínica, entrega de la habitación, preparación para el quirófano: al fin se llega y el marido de una suelta con alivio “por fin, ya estaba harto de la corneteadera de todo el mundo”, se nos da la habitación (la ejecutiva de ingreso te dice: “la que tengo es pequeña, pero vamos a ver que se desocupa después…”), se baja la perolera del carro, se pone todo bello en la habitación, el adorno de la puerta, los recuerditos, la ropa del bebe, la ropa de la mama y se prepara para el quirófano a “la mamá”, llamada de la administración: “señora, se desocupo la 321 que es más grandecita, cámbiese de habitación, para que este mas cómoda” y una con la vía ya puesta,el suero conectado y el paral del suero sin la ruedita izquierda funcionando bien, en batita de esa que si te paras mal enseñas hasta el último resquicio del alma, y con cara cooooooooo…..se voltea tu esposo con el gentío y dice: “¿que pasó? ¿Esta todo bien?...no vale tranquila eso es un momentito, son dos pisos nada mas, vete tranquila que yo me ocupo de todo”, y una piensa mientras pone cara de idiota: “tan bello, eso es lo que me preocupa que te ocupes tu de todo….”
Y mientras tanto todo el que no ha podido llegar a la clínica esta llamando por teléfono y haciendo las mismas preguntas: ¿ya llegaron?, ¿estas nerviosa?, ¿ya nació?, ¿Cómo es?, ¿a quien se parece?.... y una hablando por los dos celulares simultáneamente, contesta siempre igual: si, si, no, no sé, no sé, no sé.
Cuelgas los dos teléfonos y te van a buscar con la sillita de ruedas, todo el mundo con cara de que te vas a la guerra, y diciendo: “no te pongas nerviosa, eso es un momentito, ni vas a sentir” (con mas ganas de convencerse ellos que a ti) y tu esposo con cara de que te están abduciendo los marcianos, cuando te ponen la anestesia lo agradeces en serio que si.
Al final llegas a la habitación nueva esa que supuestamente era más grande, pero te parece exactamente igual, será por la anestesia, ves el adorno de la puerta como choreto, ves los recuerditos como doblados, ves la canastilla como magullada, no ves tu cambio de ropa, y tienes ganas de vomitar y sientes muchísimo frió (eso se llama efecto colateral de la anestesia, es lo único que no agradece), tu esposo logra pasar entre el gentío, se pone a tu lado en la cama y dice: “hola mamá, ¿quieres algo?” tu que no puedes hablar más por las ganas de vomitar que por la prescripción medica le señalas la puerta, a lo que el responde: “¿te gustó?, casi no se nota que cuando lo despegamos de la otra puerta se rompió ¿verdad?, y lo de los recuerditos tampoco se nota, es que los traía el Tío Juan y por lo de la pierna se tardó en salir del ascensor y las puertas se le cerraron espatarrándolos todos, pero quedaron bien, tu ropa es lo único que no encuentro, para mi que la dejamos con la corredera en la silla de la otra habitación, pero las botellas con la champaña si las subimos estamos esperando que llegue el nene para abrirlas….” Una termina pensando: claro, para que me preocupo por estar aquí semidesnuda, con frío y ganas de vomitar con un montón de gente gritando en la habitación, con unos recuerditos espatarrados, un adorno de la puerta de bebe sin cabeza, si tenemos champaña, y respondes sencillamente: con la sonrisa de la mona lisa y llamas con la mano a tu hermana (como la quise en ese momento, Bea eres de oro).
Mi hermana se encargo de todo, arreglo lo de mi ropa, (que si se había quedado en la silla de la otra habitación), sacó a todo mundo de la habitación 321, me paró de la cama, ayudada por mi esposo (que casi se desmaya cuando vio el protector de cama), me llevo al baño, me ayudo a lavarme a cambiarme y arreglarme, acomodó todo en la habitación a mi gusto y pidió a los felices acompañantes (que eran tantos que el pasillo de la clínica estaba lleno) que pasaran de a dos o tres y no todos juntos, porque yo aún estaba maltrecha de todo el trajín.
Eso si, la alegría fue como de tísico, cuando llegó el bebe a la habitación no hubo poder humano que contuviera a todos los presentes, todos entraron en tropel a la habitación, gritando y descorchando la champaña, aquello parecía el podio del Gran Premio de Mónaco en la Fórmula 1, champaña iba y venia, levantaban al muchachito cual Trofeo y yo volviéndome loca.
Hasta en el cafetín de la clínica celebraron, y llegó un momento en que pensé, si no puedes contra ellos úneteles, me pare de la cama, con todo y paral del suero, y aprovechando que el nene estaba en el reten, me fui a mi cafetín, allá me mandaron a la enfermera a buscarme, y me encontró feliz de la vida sentada con mi compadre (tan bello) conversando y tomando champaña (el, yo obviamente no), la cara de la mujer no tenía nombre: “señora, usted debería estar en su cuarto, descansando, no aquí”, a lo que le respondí: “bueno cariño y como haríamos, allá no cabe ni un alma, y de descansar con esa periquera la verdad es que lo dudo mi amor”, aquel cuarto bate vestido de blanco me miro de arriba abajo y me dijo: “ah, pero si la cosa es así, vengase conmigo ¡que yo le resuelvo eso ya!”, y dicho y hecho, aquello llegó como el barbarazo arrasó con todo, saco a todo el mundo del cuarto, me acostó, me cambio el suero, me llevó al bebe, lo acomodó y me dejó cual cuadro de la Virgen María amamantando a mi bebe, en paz y feliz. Donde esté que Dios la bendiga fueron los únicos momentos de paz que tuve esa semana, y creo que el resto de mi vida.
Parte final semana que viene del servipack de entrenamiento de toda madre imperfecta .

25 de marzo de 2010

¡Cuuuuuuumpleaños feeeeeeeeeeeliz te deseamos a tiiiiiii….O como sobrevivir a los diversos eventos que trae consigo ser madre imperfecta….

Cuando una se gradúa de madre imperfecta le dan como un pack de celebraciones (si, como los servipacks de la mas maquinas, computadoras, que se actualizan cada cierto tiempo), el primer pack incluye baby shower (del que ya he hablado recientemente, pero volveré a tocar por haber pasado por alto algunos pequeños, grandes detalles), la celebración del nacimiento (en la clínica con recuerditos y demás incluidos), los MIAOS (así llamamos en Venezuela, al brindis presidido por el orgulloso padre y los felices padrinos, abuelos, etc., que se hace cuando el niño llega a su casa), y los primeros cinco (5) cumpleaños de la criatura.
El segundo servipack se actualiza en el sexto cumpleaños, e incluye además las fiestas de cumpleaños, las del colegio (con diversos motivos), los cumpleaños de los amiguitos, la fiesta de quince años (en el caso de las niñas) la de los diez y ocho años (en el caso de los varones) y termina con la graduación de bachiller, con entrada a la Universidad y regalo de vehiculo en el caso de los mas afortunados, y si se tiene una hija la Boda a todo trapo con Luna de Miel (de Hiel para el papá de la novia).
Como la cosa es peliaguda, y para meterse en estas aguas hay que saber nadar ¡y bien!, voy primero con las primeras celebraciones que tiene que organizar una madre imperfecta, o lo que yo llamo servipack de entrenamiento.
El servipack de entrenamiento: es el que comienza en el baby shower del bebe, pasa por los recuerditos de nacimiento y recepción de medio mundo en la habitación de la clínica, llega contigo a tu casa y se te instala en la sala con los Miaos del bebe y se queda celebrando los cumpleaños del bebe hasta el quinto año de vida. Comencemos con el primero de los eventos de este servipack…
Primer complemento del servipack de entrenamiento:el baby shower como lo habíamos dicho ya en otra crónica, es una fiesta gringa, que busca que la futura mamá se relacione con el mundo maravilloso que le viene, para que las otras madres de la familia, sus primas, tías, hermanas y sus amigas le cuenten como han sido sus experiencias, en estas fiestas, que es como el jueguito de té al que una jugaba de niña, se estila llevar presentes (incluso hay quienes hacen listas de regalos, tal cual en las bodas) para apertrechar al bebe de lo que sea necesario para venir al mundo, se hacen juegos relacionados con la maternidad (ponle el chupón al bebe, tomate el tetero, cambiar al bebe, mide la barriga de la mama, etc.) y se termina abriendo y mostrando cada presente de cada una de las asistentes.
Es bueno recalcar que, por lo general, los baby showers se hacen solamente entre féminas, los caballeros están en su propia fiesta, en el jardín o patio de la casa, que incluye licor, parrilla y televisor con deportes.
Ahora traducido en versión criolla, es la fiestita que se hace para resolver lo que uno no ha tenido chance de comprarle al chamo y que, por lo general, jamás le habría escogido de ese color o en ese modelo, mientras el esposo de uno se la está pasando buenísimo comiendo parrilla, con una cerveza en la mano gritando junto a los amigotes ¡¡¡¡¡¡GOOOOOL!!!!!….., para luego de la fiesta encontrarse en el cuarto del bebe revisando los regalos y:
– Coño y esta vaina quien se la regalo al chamo?, pregunta, viendo un par de guantecitos de corazones.
– Tu mamá….
– Ahhh, pero como no le quitó la etiqueta creo que los podemos cambiar verdad?
– No, tendríamos que tener la factura, se la puedes pedir tu si quieres.
– Noooooo ¿y escucharle la lengua una semana?, ¡ni de vaina!, que se ponga esos guantecitos, no se le va a caer el pipi por ponérselos una vez, que mi mamá se los vea y después se botan!
Pero esto es juego de carritos al lado de la preparación del baby shower y su extensión masculina del jardín (“que buenos se ven esos “sanguichitos” mi amor ¿y para los muchachos que vamos a preparar?, digo mientras esta la carne, porque ¿no pretenderás que los tengamos pasando hambre no???”), se debe tener dos tipos de menús el masculino y el femenino, el con licor y el sin licor, los recuerditos del shower, hacer preparativos de los juegos (porque, ¡¡¡no hay una sola tienda que los venda!!!!!), limpiar la casa, arreglar los muebles para hacer espacio en la sala, poner las mesas de cada versión de la fiesta, armar las decoraciones, inflar los globos, decorar (gracias a Dios yo tuve en el mío a mis hermanas y a mis mejores amigas haciendo todo lo que yo no podía), y además ponerte linda, porque la cantidad de fotos con flash que vas a recibir serían suficientes como para dejar ciego otra vez a Steve Wonder.
A todo lo anterior debemos sumarle atender dos fiestas en conjunto, llevar y traer bandejas de la cocina, supervisar que quien las este sirviendo no se coma los pasapalos, jugar los juegos con tus amigas, controlar que el Tío Juan (si, el que renquea por la cataplasma en la pierna) no se beba hasta el agua de los floreros para que no saque a bailar lambada a la Tía Herminia, y terminen peleando delante de todo el mundo como siempre, tomarte mil fotos con todo el mundo con la misma sonrisa de “¿para qué me puse estos zapatos, si se que se me inflaman los pies y me están es matando?”, y además de todo tu marido se asoma desde el jardín y te pregunta: “¿el hielito que te pedí mi amor, es que se están calentando las cervezas?”, mientras tu mejor amiga dice: “Llegó el momento de abrir los regalos”(con un bailaito extraño que parecen mas ganas de ir al baño que otra cosa), y te toca abrir bolsas de regalos que contienen objetos extraños (si, el fulano sacamoquitos) y poner cara de: “ahhhh mira que bueno vale”, o un monito enterito azul con un letrero horrible que diga: ¡LA COCHITA PECHOCHA DE LA AGUELA!, y poner cara de: “Ay que cuchiiiiiiiii”, mientras piensas: ¡esta vaina la quemo, por dios que la quemo!
Cuando todo ha terminado, una piensa, mientras recoge los últimos vestigios del desastre, ya nada puede ser peor que esto… CUAN EQUIVOCADA SE ESTA!
Segundo complemento del servipack de entrenamiento de una madre impefecta en la próxima entrega.


23 de marzo de 2010

De cómo dejar de ser tu para convertirte en la Mamá de... o cómo perder la identidad perfecta para asumir tu identidad de madre imperfecta.

Para comenzar quisiera decir que la experiencia de cada madre imperfecta es diferente a este respecto, en mi caso muy particular la conversión de mi personalidad como ente individual a ente anexo a mis hijos (al mayor que es en todo caso el que la gradúa a una de madre imperfecta) se efectúo en el mismo instante en el que mi pequeño hijo llego al mundo.
Los médicos empezaron a referirse a mí, como “la mamá”, aquello sonaba como a Don Corleonne de la cosa Nostra, yo era “la Mamma del tetero nostro en la clínica”, empecé a escuchar cosas como:
- vamos a ponerle este sedante a la mamá para que descanse un poquito. -
vamos señores todos afuera que la mamá va a amamantar a _______ (insertar acá el nombre del bebe).
- ¿La mamá se quiere cambiar?
- Llegó la comida de la mamá.
- La mamá necesita ayuda para cambiar a _________ (insertar nombre del bebe), permitan que la ayude.
Es que hasta los regalos que llegaban a la clínica estaban destinados al niño por su nombre y los que tenían a bien llevarme a mi simplemente decían: “la feliz mamá” “la mami de (inserte acá el nombre del bebe). Era increíble de pronto había dejado de ser yo, para convertirme en la mamá de…
Esto es un proceso parecido al de las enfermedades degenerativas (salvando las distancias), se agrava con el tiempo y hace metástasis cuando el primero de los hijos llega al colegio, aquello es horroroso, sinceramente una película de Stephen King es un cuento de hadas al lado de lo que le viene a una cuando el pequeñín comienza a asistir al colegio. Para comenzar la llorantina no es normal (pero ojo es la de una, el niño se va feliz de la vida y no se da vuelta ni para despedirse, una queda destrozada) para momentos después escuchar una voz comprensiva que dice:
- Ah, usted debe ser la mama de_______ (insertar el nombre del niño), Una todavía sintiéndose mal, dice a medio cortar, si, si. -
No se preocupe es normal que se sienta así, es lógico que sienta que lo está abandonando. -
Ya, no, claro, yo entiendo, pero es que me preocupa que a media mañana se de cuenta de que no estoy y llore…
- Pero el estará bien, (nombre del niño) es sumamente maduro para su edad…. Bla, bla, bla….
- No, no claro, si, pero…. Estos últimos intentos de dignidad quedan reducidos, cuando la directora del colegio anuncia a viva voz: “vamos a cantar el Himno, abran la puerta de salida para que la mamá de _________ (insertar el nombre del niño en edad escolar) pueda salir, hasta luego señora”…
Una siente que le acaban de dar veinte (20) tiros en el pecho y le explotaron la cavidad torácica, sale con el rimel corrido, pero como una miss Venezuela saludando y sonriendo, ¿qué mas queda?.
Luego de eso, una se va a la casa, y a la hora de recogerlo, se regresa al colegio feliz de poder ver al precioso tesoro de la casa, en la puerta una de las maestras anuncia por el altavoz: “llegó la mamá de _________(insertar el nombre del niño), por favor informen a la maestra del salón 1 que __________(nombre del niño) se va, que ya vino por él la mamá, gracias.”
Cosa aparte son las invitaciones a reuniones de tareas (si, esas en las que los chamos se reúnen en la casa de algún compañerito y hacen las tareas, después meriendan y juegan un rato, mientras todas las mamás de…. Nos juntamos para compartir vivencias) que llegan en sobrecito cerrado que dice: FAVOR ENTREGAR A LA MAMA DE:_________, y dígame las invitaciones a los cumpleaños dirigidas muy respetuosamente a la Sra.: Mama de… o en un caso mas informal mamá del amiguito tal…..No digo que yo no halla jamás incurrido en este delito que atenta contra la identidad de las otras madres de…, pero trato de no hacerlo, es que he llegado a recurrir incluso a métodos de interrogatorio con mi pequeño querubín que podrían ser considerados como tortura por los derechos humanos: “
-pero como se llama la mamá de Sebastian hijo?, -
no sé mamá no sé, y cuál es el apellido de Sebastian papito?, -
no se mamá, creo que es González, pero sus papás están divorciados,-murió mi intento de poner en el sobre Sra.: González- -
ajá y entonces como hago?, pon en el sobre mamá de Sebastian mami, al final ella sabrá que es con ella”
Me imagino que bajo estos razonamientos las otras madres, han incurrido en este acto que atenta contra mi identidad individual.
Sin embargo hay un solo momento en el que me encanta ser la mamá de, es en ese único momento en el cual mi nombre sonaría horrible… Cuando llegó al colegio y mi hijo me ve orgulloso y sonriente y le dice a sus amiguitos: “ya llegó Mi Mamá”, por nada en el mundo quisiera que en ese momento me llamarán por mi nombre!

22 de marzo de 2010

Cómo se sobrevive a un chamo que ya empezó a hablar o desde agu a la primera IMPERTINENCIA

Sólo Dios sabe que ejercer de madre imperfecta es sumamente difícil, es un trabajo de todos los días en donde no se te dan beneficios de ley, cesta tickets, seguro médico, horas extras, horas nocturnas, bonos navideños, prestaciones, seguro social, ni nada.

Es el único trabajo en donde no tienes vacaciones, trabajas veinticuatro (24) horas al día, siete (7) días a la semana, trescientos sesenta y cinco (365) días al año, no se puede llegar tarde, quedarse dormido ni nada por el estilo, porque los jefes son exigentes e inflexibles con los horarios. Y con todo y eso una trabaja feliz, con tal de que cuando hablen alguna vez digan: "¡Mami te quiero!".

Si una supiera las cosas que esos chamos van a decir cuando finalmente aprendan a hablar desearía que tardaran un poco mas, ninguna madre imperfecta está preparada para esos golpes de realidad avasallante.

Cuando el mayor de mis hijos aprendió a hablar nos sorprendió mucho a su padre y a mi, porque su primera palabra no fue "Papá, Mamá, o Tete", no señor, que incautos e ingenuos éramos si pensábamos que ese muchacho iba a decir otra cosa que no fuera: "CARRITO" (así con todas sus letras) como primera palabra (mi experta en cosas que nadie pregunto exclamo: "claro es que los muchachos de hoy en día vienen ya listos para el mundo, además con lo que le gustan los carros, este va a ser piloto de fórmula 1 o ingeniero mecánico, ¿qué querían ustedes un muchacho pendejo?. Ahora mi cielo, vamos a decir Abuela... A- bu-e-la, si, a-bu-e-la").

Obviamente después de este incidente, todo mundo el la casa quería que el niño aprendiera y repitiera una cantidad pasmosa de palabras, algunas relacionadas con las cosas de su entorno (casa, arriba , abajo, jardín, mesa, silla) , otras relativas a los miembros de la familia (mami, papi, tía, abuela, abuelo, madrina) , otras que tenían mas que ver con las normas de educación (toma, gracias, dame,), y otras con las comidas (agua, tete, galleta, sopita, arepa, etc.), y las últimas relacionadas con cosas varias, puesto que su padre y yo lo (a ambos niños en realidad) estimulamos a preguntar, ver, comprender y aprender todo lo que pudiera del mundo que lo rodea, palabras como "ESPÍRACULO, (Orificio respiratorio externo de muchos artrópodos terrestres y algunos vertebrados acuáticos. Es decir es el agujerito por el cúal la ballena saca el agua), SATÉLITE, DODECAEDRO, POLÍGONO, eran el pan nuestro de cada día en casa, aprendíamos una palabra "complicada" por día con su respectivo significado... Parecía casi como si supiéramos lo que estábamos haciendo.

Con este pre-aviso, ¿qué más podría pasar?, pues sencillo que ni mi esposo ni yo estábamos listos para la avalancha de cosas que aprendió a decir en menos de seis (6) meses. Ni hablar de cómo se desenvolvía y avanzaba de forma estrepitosa a ser el niño que hoy es, reflexivo, contestatario, curioso y sobre todo incisivo... Al punto de que su capacidad de observación es casi ofensiva.

Esto se vio ampliamente demostrado en varias ocasiones, como por ejemplo en una de las visitas de su abuela paterna (mi suegra, si, la otra experta en cosas que nadie jamás preguntó) quien después de largo rato de jugar y conversar con él le dijo: "dale a esta vieja fea, un beso, anda que yo te quiero mucho, aunque sea una vieja fea, ¿verdad?" a lo que el respondió con un rotundo: "si, eres fea". (Para que hablar de la cara de la incauta abuela) y de inmediato su papá, mi esposo, procedió a llamarle la atención, a lo que el niño respondió con una tranquilidad pasmosa, de esas de aquel que se sabe con la razón: "ella me preguntó papá y tu dices que nunca jamás tengo que decir mentiras"... Punto para el niño, gana la primera de muchas, uno quedo con la pena por el incidente y sin poderle decir nada porque con ese argumento desarmador, ¿qué íbamos a hacer?.

Otra de las veces que nos ha dejado sin palabras, esta relacionada con el complejo permanente de mi esposo de ser viejo, el vive diciendo que aún es joven (cosa que es cierta apenas alcanza los treinta y dos (32) años de edad) y nosotros nos jugamos con el diciéndole que no, que esta viejito y esas cosas. Pero siempre en ese ánimo de juego, de broma que pasa y se sabe que no es cierta. Pues un buen día, estaba mi hijo jugando con su papi (así lo llama) cuando de pronto se levanta de un brinco y dice: "papá, no encuentro tu carrito.... papi vamos a buscarlo, tu carrito papá no lo veo." a lo que mi esposo responde, "¿cuál carrito hijo?, ¿cómo es eso de que es mío?, hijo si todos esos carros son tuyos" y el niño implacable suelta: "tu carrito papi, el que es negro y gris como tu cabello"

Para su fiesta de Carnaval (la del colegio claro esta), decidimos llevarlo a comprar su propio disfraz, pues nos había pasado antes que habiéndolo escogido nosotros sencillamente no se lo quería poner, y al llegar a la tienda se acerca a los estantes en donde esta la colección de Power Rangers (versión que sabré yo cuál porque hay como mil) y me dice: "este mami, este Power Ranger rojo soy yo, este es el que quiero", justo al lado había un disfraz de astronauta (más bien era la braga naranja que constituye el traje de faena y entrenamiento) con todos sus logos, mucho mas bello a mi parecer, y le digo con mi mejor sonrisa de vendedora que sueña con ver a su hijo convertido en astronauta: "gordo ¿de Power Ranger?, pero este de astronauta está mucho mas bello, mira hasta tiene los logos de los planetas que ha visitado la expedición, y los dibujos de sus satélites", a lo que el nene me respondió: "mamá ¿ese traje trae casco?, no ¿verdad?, tu sabes ¿que en el espacio no hay oxígeno?, yo necesito oxígeno para respirar, los Power Rangers no van al espacio, se quedan en la tierra donde respiran bien, yo SOY UN POWER RANGER ROJO MAMÁ, ¡porque necesito respirar!"

Apenas repuesta del razonamiento aplastantemente lógico de mi hijo, le sugerí seguir viendo el surtido de disfraces que tenía la tienda, a lo que sólo por darme gusto accedió (lo dejó bien claro : "si tu quieres mamá pero yo ya te dije cuál es el que quiero"), cuando llegamos a la parte de disfraces clásicos, me emocioné pensando que quizás alguno de aquellos le quitará de la cabeza el disfraz de Power Ranger (no me gustan mucho, son medio bélicos), y señalándole uno de Batman le dije: "¿y este mi vida, es de Batman, trae hasta la máscara y el baticinturón?", a lo que el niño se limitó a responderme: "mamá, yo esa pantalética, no me la voy a poner".

Asunto arreglado de forma rotunda, salí derrotada de la tienda llevando en una mano a un niño completamente feliz y sonreído y en la otra un precioso traje de Power Ranger Rojo, más la careta, la pistola, el cinturón, etc., etc.

Consejos utiles inutiles o LOS EXPERTOS EN LAS COSAS QUE NADIE JAMÁS PREGUNTÓ

Como toda madre imperfecta primeriza, me enfrenté a la llegada de mi amado retoño con más preguntas que respuestas, con más miedos que certezas, con más ganas que convencimiento, con lo que pude, con lo que tuve a mano.

Como toda madre imperfecta primeriza me hallé con un bebe que no sabía nada del mundo y yo sin saber nada de él, o qué hacer.

Como toda madre imperfecta primeriza, me ví de pronto rodeada de gente que con una actitud increíblemente convincente me decían que era lo que tenía o no que hacer y cómo, estos damas y caballeros son los expertos en cosas que nadie jamás preguntó.

Pero ¿qué son estos expertos?, ¿cómo se hacen?, ¿cuáles son sus campos de acción? y en ¿qué ayudan a los desencausados padres primerizos?.... Una por una iré develando estas inquietudes.

¿Qué son?, pues a decir verdad no lo sé, son familiares (por lo general las madres de ambos cónyuges, abuelas, tías, primas y hermanas con hijos) que debido su experiencia previa criando se hacen de una sabiduría milenaria, que incluso no debe responder a la lógica (alógicas totales), y que siempre tienen las respuestas a las situaciones más inverosímiles que pueda poner en la línea de tiro un bebe.

¿Cómo se hacen? a punta de experiencia supongo, dando con el ensayo y error (si, por eso es que el Tío Juan renquea de una pierna, ese fue el error, ¡no haberlo llevado al médico, sino haberle puesto un emplaste de hojas de llantén en vez de un yeso cuando se cayó del techo!).

¿Cuáles son sus campos de acción?, señores cualquier campo de batalla es bueno, siempre y cuando tenga que ver con el bebe, sus comidas, la ropa, los enseres de cualquier tipo, los males que los aquejan, y otros menesteres de esa índole.

¿En qué ayudan a los padres primerizos? ¡¡¡¡EN NADA!!!!!!! MADRES Y PADRES PRIMERIZOS DEL MUNDO UNIOS EN UNA SOLA VOZ, no se dejen engañar, ¡no hay tal sabiduría milenaria, ni santos remedios para los cólicos, los hipos, las diarreas, los buches ni nada! Nos han engañado, y nosotros pendejos incautos hasta dábamos las gracias!

En mi caso, muy particular no tuve una experta en cosas que nadie pregunto, tuve dos (las dos recién estrenadas abuelitas), que es aún mucho más peligroso, porque al reunir a dos expertos en un mismo espacio de la casa podría producirse un holocausto de proporciones bíblicas, Sodoma y Gomorra es juego de carritos al lado de esto, ¡en serio!.

Si por alguna infeliz casualidad se reúnen dos de estos místicos seres en un mismo espacio, usted (atienda consejo) agarre a su bebe y salga, pecho a tierra de ser posible (para evitar ser detectado por radares enemigos), debe huir de inmediato y salvaguardarse y a su pequeño, esperando, como en los terremotos a que todo pase.

Hay expertos de todo tipo, esta el experto que "solo quiere el bienestar del bebe" y en pro de su estética futura le coloca entre la faja ombliguera un botón de tela para oprimir el tocón (léase el cordón unido al ombligo del bebe), para que cuando llore no se le brote y tenga su ombliguito bien metidito y listo para un piercing o para lucirlo en la playa. ¿Resultado de tan loable acción? INFECCIÓN con pus y todo del cordón y ombligo e ingesta de antibióticos (¡a una criatura de 4 días de nacido!). ¿Pero para ser bella hay que ver estrellas no?

Esta el experto nutricionista, que es aquel que el día de los "miaos" se roba un buen trozo de punta trasera de la parrilla y pone al nene a chupar carne, porque el jugo y la sustancia de la carne, así chupaita, ¡le da fuerza al niño!, ¿y los condimentos (incluida la cerveza que se le pone a la carne) que?

Mis dos expertas, más enfocadas al campo médico, por ejemplo, debatían a cerca de los mejores remedios para quitar los cólicos, y más o menos esto es lo que recuerdo (tuve politraumatismo craneal en la explosión):

"-Lo mejor es tomar media onza de aceite de almendras y calentarlo en una cuchara sopera al fuego de una vela roja, después se agarra un trapo negro y se hacen frotamientos en la panza del bebe, eso cura los cólicos, es como pedrada en ojo de boticario
-¡Ay! ¿Como se te ocurre?, uno le hace al nene su tetero con agua hervida con cien pepitas de cebada perlada y eso le quita los cólicos, ese remedio tuyo no sirve chica"

Yo, al ver aquella diatriba que picaba y se extendía, hice lo que la lógica me dictó (y que va contra todos los preceptos de estos expertos), llame al pedíatra (ese gurú mágico, ampliamente odiado y envidiado en secreto por nuestras expertas) y le explique la situación, a lo que el médico-brujo me respondió:"-dale 5 gotas de bla medicamento, y verás que se le pasa en 15 minutos".

Acto seguido coloqué al nene en su cunita, fui al botiquín de primeros auxilios (a todas estas la cosa entre las expertas estaba al rojo vivo de grito, chola voladora y demás), le di las gotas a mi lloroso querubín y cuando las dos expertas llegaron al cuarto (bañadas en sudor y un líquido que, creo, era sangre), ya con una resolución tomada del remedio que debería aplicársele al nene, el mismo bebe resolvió de una vez, por todas y para siempre el lío con un sonoro eructo para después quedar felizmente dormido.

Hasta ese día señores, tuve expertas, porque luego de explicarles que había una cosa maravillosa llamada MEDICINA PEDIATRICA, que estudia los males de los infantes, y procura resolverlos mediante FARMACOS ESPECIALIZADOS Y RECETADOS, las dos expertas hicieron mutis por la derecha y jamás volvieron a decir ni esta boca es mía.

Las odiosas madres "PERFECTAS"

Cada mamá imperfecta, tal cual Superman, tiene, una archienemiga la odiosa madre perfecta (por lo general su propia madre o la suegrita). Es aquella villana que le recuerda cada día de su vida lo imperfecta que puede llegar a ser, y como ella con el toque de una varita mágica imaginaria, se ha convertido en una madre perfecta.
Esta archivillana nace, en el mismo momento que una madre imperfecta, desde el primer llanto del infante recién nacido surge la transformación. Sus superpoderes son increíbles, destacándose el movimiento ultrasónico para sacar al bebe de su cuna al primer suspiro, acompañado de audición de radar híper sensible (-"¿qué le pasa al nene?, es que no te atienden bien mi amor, no se dan cuenta de que estas llorando a moco tendido"), su rayo desintegrador (de autoestima) que actúa tan rápido que ninguna madre imperfecta puede detenerlo (-"yo no creo que eso se haga así, es más yo jamás hice eso contigo, lo que le vas a hacer es daño al pobre niño, no inventes que no sabes, deja que yo me encargo"), su mirada térmica (que derrite cualquier dejo de independencia y valor, el auto determinismo de toda madre imperfecta es absolutamente inútil ante esta arma).
En fin, estas archivillanas están armadas hasta los dientes, y ¡no tienen miedo de usar sus armas! Como siempre este conocimiento no se aprende sino padeciéndolo, eso ¿para qué dudarlo?.
En mi caso mi amada madre perfecta (con todas sus letras) comenzó a ejercer su rol en cuanto me vio dudar la primera vez, y ha seguido ejerciendo su labor (con mucho amor, eso si) desde entonces. En cualquier ocasión especial, con o sin visitas se dedica única y exclusivamente a hacer gala de sus conocimientos y descartar los míos, a presumir de sus dotes de abuelita consentidora (a veces malcriadora) y a decir que soy una tirana ("un general en jefe ¡eso es lo que es!, esos pobres niños no los deja estar en paz), ¡Godzila y yo pues! Lo peor no es el escarnio público, que es bastante y joroba, sino que una, como toda buena madre imperfecta, termina cuestionándose.
Quizás el caso mas emblemático para ejemplificar esto es el cuento de los primeros días de escuela de mi hijo mayor (porque una paga todas las novatadas con el primero de los hijos, los demás cosechan toda la experiencia que ha sembrado el mayor).
Mi hijo tenía su primer día de escuela ya programado, hicimos montones de diligencias y trámites, amén de todas las explicaciones para que entendiera que este nuevo paso en su vida era necesario y bueno. Llegada la noche del día anterior al primer día de escuela, después de haber comprado todos los peroles, después de haber cosido con mucho trabajo todas los identificativos del colegio en las camisas (y aclaro que no se dar dos puntadas juntas, -cosa harto conocida para mi archienemiga- "pobre niño va a llevar esas camisas todas feas al colegio con eso cosido todo mal, ¿por qué no dejas y se las coloco yo? todas las tuyas las cosí yo, y ¡siempre quedaron perfectas!"), después de explicarle que era el colegio y para que iba, después de que su padre pidió el día en el trabajo para llevarlo conmigo y luego ir a buscarlo, la súper madre perfecta dice: "yo creo que esta muy pequeño todavía para mandarlo al colegio, pero si igual tu decides llevarlo es mejor que te quedes en la casa, yo acompaño al papá y así el niño no llora y no te ve llorar a ti, eso lo dejaría mas tranquilo".
El problema con estas cosas es que ellas creen firmemente que lo que dicen "tiene" que hacerse, no es un consejo, o una sugerencia es una orden y no se discute (adiós autonomía materna imperfecta), si se da el caso de ser contrariada y omitida nos libre Dios de todos los males que nos aquejarán por los próximos diez (10) años.
Finalmente, después de dudar (lo admito) mi esposo me recordó que esta y todas las etapas del nene, eran competencia nuestra y que la ultima palabra la teníamos nosotros, que si bien los demás podían decir lo que pensaban y apoyar, no decidían y que si yo quería ir, no tenia porque pedir permiso.
Llegó la mañana y la madre perfecta bajo las escaleras arreglada, perfumada y lista para lucir al nieto en modelo escolar, cual muñequito Ken. ("¡Ay que bello con su uniforme!, te dije que le iban a quedar choretas esas insignias, mira como te peino tu mamá, ¿no hay un peine en esta casa que ese niño va a salir con los pelos parados? - para que explicarle que los chamos de ahora llevan los cabellos en pinchos-, a esos zapatitos les falta como brillo") y al verme lista para salir me reprocho: "¿y yo no te dije que te quedabas?", Dios sabe que retrocedía los quince (15) años, y me arme de valor apretándole la mano a mi esposo para decir:"no, mamá me parece que es mejor que la que se quede seas tú"

Hará falta que explique la cara de la súper madre perfecta, hará falta que diga que estuvo ofendida seis (6) semanas, hará falta que cuente como rezongaba sola ("¿es que para que quieren que uno los ayude si después le van a salir a uno con esas cosas?, debe ser que se los dice uno por mal, lo que van a lograr es malograr al muchachito, traumatizarlo, allá ellos total ese no es hijo mío, ¡yo ya críe!"), y yo sintiéndome cual cucaracha, pero defendiendo mi último bastión de determinación materna.
Yo colocando las bases de mi futura autoridad, poniendo los limites de sus dominios y competencias, pero deprimida, porque una madre imperfecta aprende a ser mejor hija después que es madre, y justo allí es donde esta la criptonita de las súper madres imperfectas. No hay poder humano, ni superhumano, que haga retroceder un paso a una madre perfecta, lo que dijo es santa palabra y ya, y una en vías de dejar de ser imperfecta (cosa que te das cuenta tarde que jamás pasará) busca la forma de congraciarse nuevamente con su archirival, piensas que quizás, solo quizás se te fue la mano, pero ¡no, si retrocedes un paso el poco respeto que te has ganado se pierde!, y luego piensas, ¿será que vale la pena? al final era una bobería ella también quería llevar al nene al colegio, pero... ¡se le tomaron fotos!, pero las fotos no son lo mismo...¡pero yo soy su mamá y tengo que tomar las decisiones que crea correctas!, pero... ella es mi mamá y pobrecita... Y así aparece el último súper poder de una súper madre perfecta, el poder de entrar en tu mente y confundirte, sumamente peligroso y difícil de combatir (admito que aún no domino del todo la técnica de combate), ellas que saben leer las miradas y los pensamientos huelen la duda y se dan con la certeza de que han ganado la batalla.

Sin embargo sería mi enano, quien una vez más pondría fin a la batalla concediéndome la victoria, al llegar del colegio, su abuelita se sentó con el, para preguntarle como le había ido y que le había parecido el colegio, diciéndole que el aún era pequeño y que si no le había gustado no tenía porque volver (esto todo dicho sin consultarnos, la desicion una vez más estaba tomada y con aire triunfal me miro creyendose vencedora), a lo que mi ángel respondió: "no abuelita, mi mamá tiene razón yo estoy creciendo me gusta mi colegio y es muy divertido, no te preocupes, no regañes mas a mamá yo crecí", acto seguido se paró a jugar con sus carritos nuevos (premios por haber ido el primer día al colegio).
Mi archienemiga se levantó muda, no me miro, no dijo nada y ¡supe que había ganado!, pero para mis adentros pensé: que inteligente eres hijo, es la verdad, la mamá de uno siempre sabe mas y siempre, aunque no quieras admitirlo, tendrá la razón".

De cómo ser una incubadora con patas. Del embarazo y otras hierbas

¿Cómo se hace madre una madre imperfecta?, elemental mi querido Watson... cuando el doctor, una prueba de farmacia, o un test dictaminan que es usted la feliz poseedora de un pequeño alíen que la va a hacer vomitar veinticuatro (24) horas al día, le va a ocasionar mareos los primeros tres meses de existencia gestacional y problemas los siguientes diez y ocho (18) años de vida.
En mi caso muy particular, este feliz hecho, sucedió una tarde de Mayo, y estuvo lleno de sorpresas, la primera de ellas la mía (no estaba buscando un bebe), la segunda sorpresa fue ver al padre de la criatura levantarme en brazos, al mas puro estilo de Dirty Dancing, mientras pegaba brincos cual Nadia Comanecci, (EL MISMO TIPO QUE SE LO PENSABA DIEZ VECES PARA LEVANTAR LA PIERNA DEL PISO, MIENTRAS SENTADO EN EL SOFA ME VEIA CON CARA DE "MUSIU" MIENTRAS YO PASABA UNA VULGAR ESCOBA) y gritaba "¡Vamos a ser Papás, estamos embarazados!".
Yo pensando para mis adentros "Cuando quieras cambiamos de barriga" y te embarazas tu solito. Tengo que admitir que al principio fue terrible, por los estragos físicos que causa el estado de gravidez, sumado a la conjunción de consejos y buenas intenciones de todo el mundo que acaban con una, en vez de acabar con los males que pretenden combatir. Jamás se me olvidan los remedios de las adorables bisabuelitas para cosas como las náuseas y los vómitos:
-"Mi amor, para las náuseas de las mañana te tomas el jugo de media penca de sábila y te quita todo el malestar". (Claro nada mas de oler ese "menjunje" vomitas hasta el hígado y santo remedio se te quitan las náuseas.)
O las rellenadas de comida "porque ahora tu comes por dos", y una con ganas de matar una adorable ancianita, porque te sirve HIGADO "que es buenísimo para la sangre del niño" (jamás entendí) con una suculenta ensalada de BETABEL (si, remolacha), que sirve para engrosar el cordón (dios me perdone nunca, en serio nunca, entendí).
Una pasa a ser poco mas que el recipiente que contiene al bebe, no te saludan, no te entienden, no nada. Escenas como:
-"Ya llego la cosa bella de la abuela", dicho a un ser que aunque existe, no comprende la totalidad de las cosas que están sucediendo y que, mas importante aún, TODAVIA NO SABE LO QUE ES UNA ABUELA CARAJO!!!!. Ni hablar de la maña de todo el mundo de tocarte la barriga, ¿acaso no recuerdan una cosa que se llama respeto del espacio físico ajeno?, es decir ¿el hecho de estar embarazada les da patente de corsa para meterte mano a diestra y siniestra sin importar si te sientes cómoda o incomoda con ese hecho? (eso también lo tengo en la lista de cosas por entender).
Para qué nombrar las sempiternas justificaciones con el "pobrecita es que tiene las hormonas revueltas porque esta embarazada", ¡es que es increíble! una pierde hasta el derecho de tener el merito por ARRECHARSE (me disculpan pero es que es justo la palabra), no es una, es el bebe.... Es decir alíen y el niño, el nos controla. No digo que las hormonas no hagan lo suyo, pero dejo claro que es una la que decide si las deja dominar el asunto o no.
Lo otro que descompone a cualquier mujer embarazada son los comentarios (cariñosos, creo) relacionados con el peso, como el memorable comentario de mi esposo,"ESA PIÑATA YA VA A REVENTAR" y yo sintiéndome como una ballena asesina, por gorda y porque lo que quería era ESTRANGULARLO....
Tema aparte es el fulano BABY SHOWER, típica fiesta gringa en donde la recién estrenada madre se enfrenta a todo tipo de cosas extrañas, regalos de utilidad dudosa, una provisión de pañales desechables, crema antipañalitis y toallitas húmedas que la hacen pensar que va en misión de buena voluntad a AFRICA con el único fin de limpiar pupú. Por no mencionar saca moquitos (susto ¿es que esté chamo no se sabe sonar la nariz?), tiraleches, extractores y conservantes de leche materna (ósea que ¿una se ordeña y luego la comercializas?), y un ajuar para la criatura que incluye, camisillas, almillas, franelas, monitos de paticas, enteritos, pantaloncitos, mediecitas y abrigos, con sus cobijitas a juego que terminan por ponerte a pensar que los niños no vienen de Paris, sino del Polo Norte. ¡Nos han engañado toda la vida por Dios!
Luego, cada consulta con el médico obstetra es otra reunión familiar en pleno consultorio, porque todo el mundo quiere ver al nene (en ecosonograma 3d de ser posible) y si algún miembro de la familia es omitido o no invitado se siente mal y se arma la de san quintín. Entonces una tiene que poner su mejor cara de bolsa, mientras esta en una camilla de esas incomodísimas, muerta de frío, espatarrada cual rana platanera y la familia, propia y ajena, viéndote cual animal de zoológico. La que no termina loca, o acomplejada después de eso es un ser superior. Lo que no mata (de vergüenza en este caso) fortalece.
Pues bien, luego de haber sorteado con algo de dignidad los nueve meses, mas el shower, llega el momento de preparar las maletas para irse a la clínica, y llega el momento de las explicaciones, (claro es que si un saca moquitos era una cosa extraña para una, para el esposo esa vaina es un invento extraterrestre!): "mi amor en cada bolsita click de estas esta anotado que muda de ropa es, la que es para el primer día, dice DIA 1, y así, estas son mis cosas, ponlas en el baño, mi muda de ropa déjala sobre la silla..." y aquel hombre con cara de que todo lo que escucha le suena así:エスタ エス ラ ロパ パラ エル ベベ エン ス プリメル ディア (para los que quieren saber si esto de verdad dice algo en japonés, este pedacito dice; estas son las cositas del nene) ...RECETA PERFECTA PARA EL DESASTRE.
Sencillamente, ese día te estrenan, una madre imperfecta sabe que todo lo que puede salir mal, seguramente saldrá mal... Las madres imperfectas somos los sujetos de prueba preferidos del amigo Murphy. Llegó el momento, entré a quirófano, aún explicando como tenía que ser todo, pues yo quería todo perfecto (craso error) para recibir a mi bebe, y mi esposo aun con cara de "déjame ver si poniendo esta cara te crees que te entiendo y te tranquilizas", todos los familiares y amigos inundando las salas de espera, los espacios cercanos a la habitación y la habitación misma, pegando gritos de felicidades adelantadas, y deseando buena suerte, cada quien metiendo las narices en donde no los llamaban, diciendo cómo creían ellos que debían ser las cosas.
Todos con ánimos de ayudar olvidando el sabio dicho que dice que mucho ayuda el que poco estorba. (Igual gracias). Finalmente sucedió, llena de nervios me prepararon en quirófano, pensando aún en los recuerditos y el sitio de los regalos en la habitación, me colocaron la epidural, y me sorprendí pensando en el ascendente y la elaboración de la carta astral cuando después de nueve meses de esperarlo a las ocho y doce (8:12) de la mañana del 21 de Enero de 2005 lo ví, era perfecto, era el hombre de mi vida (el segundo hombre de mi vida llegaría el 28 de Abril de 2008 a las tres y quince (3:15) de la tarde, y para lo que se lo preguntan si, todo fue igualito!).
Esa criaturita hermosa, que me había hecho subir veinte kilos, que me había hecho vomitar nueve meses, que me había quitado el sueño, no sabía que se estaba dando el lujo de Graduarme de Mamá imperfecta, lo demás ya no importaba....

Prologo Imperfecto de una madre imperfecta para las crónicas perfectas

Cuando me senté a pensar en poner en papel estas crónicas, pensé en varias cosas al mismo tiempo, y como la verdad el oficio de escritor no se me da, digamos naturalmente, me propuse sentarme con la rigurosidad del caso, un par de horas al día. He aquí la trascripción de mis primero dos días de trabajo...
Cuando me planteo escribir estas crónicas lo primero que pensé es: ¿cuantas sensibilidades heridas iban a terminar por resultar de estos escritos?, porque la intención es hablar de mi experiencia como "Madre en Proceso" y esa experiencia de por si trae cosas buenas y malas.
Lo segundo, fue pensar en como sin falsear esa verdad proteger la "intimidad" de mi familia, cosa peliaguda si me preguntan.
Lo tercero, ¿qué escribir?, ¿por dónde empezar?, ¿qué editar?....
Hasta que me di cuenta de que, en realidad, estaba escribiendo esto para mi, que al final no busco complacer a nadie, que no busco agradar a nadie, que lo que necesito es sacar esto de mi sistema, y compartirlo con alguien mas (¿quizás tu?) para que quede constancia, aunque sea escrita, de que las madres imperfectas estamos en una constante lucha por ser perfectas, ODIOSAMENTE PERFECTAS.
Que nadie se percata que ejercemos el trabajo más exigente, duro y mal pagado de la historia, en donde trabajamos veinticuatro por siete (24 X 7), sin pago extra de hora nocturna, feriados, vacaciones colectivas, que no nos podemos quedar dormidas, enfermarnos o llegar tarde, que los jefes son exigentes y a veces despiadados con los horarios.... Pero que es el trabajo mas bello del mundo, porque no solamente damos vida, sino que también la educamos, la cuidamos y la estimulamos.
Ser madre señores es difícil, realmente nadie lo sabe hasta que le toca, pero es hermoso. Tiene altos y bajos (como todo en la vida), tiene sin sabores y momentos deliciosos. Pero sobre todo ser madre es intentarlo todo una y otra vez, hasta quedar en paz, sabiendo que una es LA MEJOR MADRE QUE PUEDE SER Y VA SIENDO A TRAVES DEL TIEMPO.
Aquí les van mis reflexiones, un poco en broma, muy en serio a veces, yo de este lado sencillamente las arrojo al viento, quizás solo quizás, alguna otra madre imperfecta, igual de atormentada que yo las lea y sonría, con eso me doy por bien pagada.
Besos Venenosos.